viernes, 6 de febrero de 2015

Lo más complicado era ponerse de romano

Cómo somos las personas humanas. Viene un poco de frío, que es lo que tiene que venir un mes de febrero, y no hay otro tema de conversación. Incluso más de uno parece que entra en estado de hibernación y deja de hacer vida normal, no sale de casa más que lo justo, etc. etc.

Algo así me podía haber pasado ayer antes de ir a Palomeras a por el entrenamiento. Hacía frío del carajo y no apetecía ponerse de romano. Pero somos atletas y como tales las inclemencias meteorológicas no nos detienen. Así que con frío y todo me presenté en la pista a ver cómo sacaba el entrenamiento.

Lo prescrito eran 10 x 1.000 con 1' de recuperación. Mi adaptación consistiría en hacer el último 400 de cada serie. Y así fue. Como el martes, me puse con los del furgón de cola y fui haciendo los 400. Los primeros a ritmos de 4.10 y los 3 ó 4 últimos en ritmos ya de sub 4' el mil. Se quedaron en 9 por un error de cálculo del galgo y yo, como liebre, me adapté.

Lo mejor, otro entrenamiento a la buchaca, otro día en que se ha hecho completo, primando el terminar sobre el hacer menos pero más rápido. Fase de acumulación al fin y al cabo. Hasta aquí todo lo que se refiere al entrenamiento de ayer jueves.

Hoy viernes me he hecho una carrera continua suave de algo más de 5 km. por las aceras San Blas al sol mañanero. Un sol que no calienta, pero estamos en febrero y lo que toca ahora es que haga frío.

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