martes, 27 de enero de 2015

Trabajando la amplitud de zancada

Mañana del 27 de enero. Cielo despejado, el sol brilla y quiere dar algo de calor más cuando está más alto que a estas alturas del año es a la 1 del mediodía (recordad, el horario de la península en invierno es GMT+1). Cero viento. Condiciones, por tanto, ideales para la práctica del atletismo. Así que me he vestido de romano y me he ido al parque a hacer una sesión de fuerza.

La primera idea que me ha venido a la cabeza ha sido la de repetir las cuestas, igual que la semana pasada, pero cuando me he acercado a la pradera he recordado que al ladito hay una cuesta algo más corta, con algo más de pendiente, pero que tiene peldaños en vez de ser cuesta pura. Los peldaños son los travesaños de madera que en su día se quitaron de alguna vía de tren o metro y que se han reutilizado en muchos parques.

Y me he dicho. ¿Por qué no trabajar la amplitud de zancada a la vez que hago un poco de trabajo de cuestas? Y dicho y hecho. Cuando he llegado ya llevaba el calentamiento hecho así que me he puesto manos a la obra.

Casualidades han querido que sean 40 el número de peldaños. 40, un número que encierra tantos significados: 40 son los días que dura la Cuaresma, 40 son los días que van desde el Carnaval hasta la Semana Santa, 40 son los días que pasan desde el domingo de Ramos hasta el Corpus Christi. 40 eran los ladrones del cuento de Alí Babá. Asi que para continuar con los números con significados he querido que sean 12 las repeticiones. 12 como los meses del año, como los signos del zodiaco, como los apóstoles.

El tramo tiene su aquél. La primera parte era más llevadera, pero los últimos 5 ó 6 peldaños son más altos y hay que tirar de riñones para llegar arriba. A esto, claro, hay que sumarle que ya llevas en las piernas 34 ó 35 pasos. Pero se ha completado la sesión sin ningún contratiempo.

Luego enfriamiento y sesión de estiramientos al solecito.

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