No he encontrado mejor título para hacer la crónica del entrenamiento de hoy. No tenía mucho que hacer por la tarde y después de dejar a mi heredero en el entrenamiento me he acercado al parque lineal de Palomeras para hacer un rodaje suave por la tierra.
Tarde fría, ambiente húmedo y algo de viento. No en vano hasta media hora antes de empezar a correr caía una fina lluvia que podría haber molestado bastante pero ha parado justo a tiempo para al menos dejar un ambiente limpio, cosa que se agradece en un Madrid muy castigado por la polución (como cada invierno).
Me he marcado 40' de entrenamiento. He empezado en la parte más alta del parque, la que está junto al puente que cruza la carretera de Valencia y que une Fuente Carrantona con Pablo Neruda. He ido por el lateral del carril bici (por la tierra) hasta que el parque llega al Pozo del tío Raimundo y allí giro y vuelta por donde he venido. Por eso de redondear los 40', tonterías que tenemos los corredores, cuando he llegado al comienzo he seguido corriendo hasta completar el tiempo comentado.
Casi sin querer lo que quería ser una c.c.s. ha acabado siendo una suerte de farlek en el que por momentos me he encontrado corriendo a ritmos intersantillos, por lo menos por sensaciones. No tengo ni idea de cuánto mide el parque ni de cuánta distancia he recorrido e imagino que hasta que no repita el mismo entrenamiento no podré saber si voy mejorando o no.
De momento lo que no voy a hacer es medir lo que he hecho, me quedo con haber podido entrenar otro día más sin mucho contratiempo.
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