jueves, 8 de enero de 2015

Entrenamiento terapia

Día muy duro el de hoy. En lo personal la noticia del fallecimiento de un familiar, en lo laboral un examen que me daría (o no) plaza para un puesto de trabajo y para rematar nos informan que la organización del Trofeo Páris tiene que pagar una couta de 1 € por corredor. En este cuota se cuentan los corredores de las carreras infantiles, incluídos los chupetines. Si queríamos tener algo de beneficio, se esfumó.

Con este cúmulo de circunstancias el entrenamiento de hoy ha sido terapeútico al 100%. Hoy era un día para despejar mente y a fe que lo ha sido. Trote muy suave hasta que he llegado al parque de Arcentales, donde me he encontrado con Jesusín y he rodado acompañándole desde la crta. de Vicálvaro hasta la gasolinera a un ritmo un pelín superior al que traía.

Hemos aprovechado para ponernos al día de nuestras respectivas circunstancias personales, para contarnos nuestras penas deportivas y para constatar que esto del correr nos sigue gustando, que nos sigue picando el gusanillo de la competición y que mientras el cuerpo aguante haremos lo posible por seguir al pie del cañón, ya sea con dorsal o sin él.

Ahora vienen tres días duros en los que estaré centrado en la organización del Trofeo Páris. Me tocará cargar, subir y bajar cosas, levantarme temprano, etc. Vaya que no creo que tenga ni tiempo ni ganas de entrenar. Pero haber empezado esta semana con tres días, martes, miércoles y jueves, ya es una buena manera de volver a la rutina. Por algo se empieza.

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