Hoy he leído la noticia de que Logroño estrena maratón. Será el 14 de septiembre, es decir, todavía en verano. Mucho calor, por tanto.
Tengo que decir que automáticamente se me ha encendido la lucecita. ¿Por qué? Tengo en mente estar todo el verano al pie del cañón. Lo más probable es que haga entrenamientos anárquicos, en solitario, a últimas horas de la tarde pero todavía con mucho calor. Y con luz, que para eso vamos a estar en los días más largos del año.
Siempre he dicho que el verano es un momento perfecto para este tipo de entrenamientos, sobre todo para el que no tiene jornada intensiva. Sales a las 19 y entre que llegas a casa son las 20 h. Lo que en invierno sería casi un impedimento para entrenar en verano se convierte en el momento justo. Lo difícil es compaginarlo con el cachondeo (terracitas, piscina, fiestas populares). Pero puede hacerse.
De momento lo tengo en mente y si los horarios y el trabajo acompañan lo mismo el 14 de sept. me planto en la salida de Logroño. Hay que buscar retos y éste, aunque sólo sea por las tapas posteriores en la Laurel y una hipotética noche en la Mayor, merece la pena. Y de paso podría aprovechar para ver a tanta buena gente que conozco por allí.
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