miércoles, 5 de marzo de 2014

Marzo ventoso

Empieza el mes haciendo honor al refrán tan castellano: "Marzo ventoso y abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermoso".

La verdad es que llevamos un año 2.014 en el que el tiempo no nos acompaña demasiado: frío, lluvia, viento. Pero no hay que extrañarse, es lo que tiene que hacer. Ya vendrán los días de verano con treinta y hasta cuarenta grados en los que o se sale a entrenar a primeras horas de la mañana o hay que buscarse alternativas como la bici o la piscina.

Pero hasta entonces hay que lidiar con este marzo que ha empezado con mucho viento, el elemento quizás más incómodo para el corredor puesto que si hace frío, nos abrigamos, si llueve mientras no sea de manera torrencial, el entrenamiento puede ser hasta agradable. Pero si el viento sopla casi hasta el extremo de que es difícil mantener la verticalidad, ¿cómo me planteo sacar el entrenamiento?

Lo más probable es que los días en que nos impida entrenar sean pocos. Habrá más en que el ir con él a favor será una bendición e ir con él en contra, una tortura, llegando incluso a convertir el entrenamiento en una tortura.

Lo mejor es adaptarse a lo que hay. Si estamos en la pista, se puede improvisar un farlek, corriendo a tope cuando el viento nos da a favor y recuperando al trote cuando lo tengamos en contra. Otra opción es hacer entrenamiento de fuerza corriendo en contra del viento. Y para los más pudientes está la opción de la cinta en el GYM, aunque para esto también hay que echarle ganas.




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