Lo de "contra viento" es literal ya que hoy se ha levantado un día con lluvia, viento y frío, un día de los que invitan a todo menos a salir a entrenar y de esos en los que el simple hecho de acabar el entrenamiento se puede considerar un triunfo. Lo de "contra marea" en el foro, entiéndase "foro" como una de las maneras de llamar a Madrid, hay que tomarlo en sentido figurado aunque con todo el agua que me ha caído casi se podría tomar en sentido literal.
Como digo, día de los muy perros, en los que hay que echarse la manta a la cabeza -más bien el gorro- y no darle muchas vueltas a la cabeza. Charcos por doquier, aceras resbaladizas, casi desde el principio calado como una sopa, las zapatillas haciendo chof chof y sin acabar de entrar en calor en toda la sesión a lo que no contribuían los tramos con el viento en contra.
No quiero ni imaginarme qué hubiera sido hacer este mismo entrenamiento en solitario sin la luz del día. Es muy probable que hubiera cogido el comodín del día de descanso, pero el caso es que se ha podido sacar un poco de tiempo y se ha entrenado. Es verdad que solo, pero lo bueno de hacerlo sin compañía cuando se está volviendo a los ruedos es que puedo elegir el ritmo según sensaciones.
Han sido algo más de 12 kilómetros por la tapia del cementerio, carril bici en el tramo desde Moratalaz hasta el centro comercial de Las Rosas, luego me he metido por San Blas hasta el parque de Arcentales y he cerrado por el tramo final de la carrera de Canillejas en sentido inverso a la carrera desde García Noblejas hasta crta. de Vicálvaro.
Como decía hace un rato en Twitter: "Desde cuándo el frío, el viento y la lluvia han sido un impedimento para que un corredor salga a entrenar."
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