viernes, 9 de agosto de 2013

Malos tiempos para competir, buenos para entrenar

Cuando hace unos años cambié de trabajo tuve que cambiar mi rutina de entrenamientos porque era complicado conciliar vida laborar con la deportiva. Y gracias o debido a esto, descubrí el verano como una estación que ofrece muchas posibilidades a los deportistas en general y a los corredores en particular.

La mayoría de nosotros aprovecha el verano para hacer paro biológico, descanso activo u otras modalidades para darle un paréntesis al cuerpo. A ello ayudan las altas temperaturas que nos impiden hacer los entrenamientos en los tiempos a los que estamos acostumbrados. Y a más de uno parece que hacer los kilómetros un % más despacio, aunque sea rondando los 40º, parece que es un sacrilegio.

Pero yo cada vez estoy más convencido de que el verano es una estación ideal para correr. Hay que hacer una modificación en la planificación, sobre todo en lo que se refiere a ritmo cardíacos (los que entrenan con pulsómetro), ritmos por kilómetro, etc. etc. Quizás no haya correlaciones exactas. Me refiero que si haces una hora a 35 grados, ¿a cuánto equivale eso haciéndolo a una temperatura de 15?

La experiencia me dice que en cuanto el mercurio baja se produce una adaptación en el que ha estado haciendo kilómetros y kilómetros a altísimas temperaturas y casi sin darnos cuenta nos encontramos con un piquito de forma que nos va a permitir muchas alegrías cuando competimos con temperaturas más benignas.

Eso sí, que nadie se extrañe de que no le salen los tiempos en esa media maratón que se celebra en las fiestas de su pueblo a mediados de agosto o que las series salen mucho más lentas. Teniendo esto en cuenta podemos aprovechar el verano para hacer muchos y muy buenos entrenamientos. Y además todavía nos da para irnos a regarlo a alguna terracita con el fresquito de las primeras horas de la noche.

No hay comentarios: