viernes, 17 de agosto de 2012

Poca carrera pero mucho deporte

Está siendo un mes de agosto raro en lo deportivo, con muy poca carrera pero a cambio con bastante deporte. La variante de ir en bici a trabajar está dando mucho juego y estoy explorando muchas posibilidades.

El trayecto desde casa hasta el trabajo son en torno a los 10 km. La ida es cuesta arriba, sin ser una cuesta descomunal, pero prácticamente no hay que dejar de dar pedales. Suelo hacerla muy tranquilo ya que nada más llegar hay que ponerse ropa seca y empezar a funcionar.

La vuelta es la que me ofrece más variantes. Unos días opto por coger el camino más directo y una vez que he llegado a casa me calzo las zapatillas y hago algo de carrera. En ese caso el tramo a bici lo hago como un calentamiento y en la parte de carrera hago alguna sesión de fuerza (cuestas en la mayoría de las ocasiones) o algún ritmo alegre.

La otra variante es darme un rodeo y lo que serían 10 km. convertirlos en 20 e incluso más kilómetros, lo que combinado con los 10 de la mañana ya hacen más de 30 en el día. Esto lunes, martes, miércoles... las piernas acaban notándolo. Sobre todo choca que nada más salir de casa por la mañana hay que empezar a pedalear para subir.

Cuando alargo la sesión vespertina suelo jugar bastante con el cambio y no son pocos los trayectos en los que voy con todo, contando con que el desarrollo de una bici de montaña nunca será el de una de carretera (me pongo como propósito ver cuántos dientes tiene el plato grande y el piñón pequeño).

Creo que he elegido una buena opción para este mes de agosto. Cuando he hecho carrera exclusivamente me he encontrado bastante bien lo que significa que estoy cogiendo una buena base. Además el ir y volver en bici me ahorra tiempo ya que en transporte público el trayecto es de mínimo 45' mientras que en bici son en torno a 30'. Y encima tengo la ventaja de que llego a casa ya con los deberes hechos y me evito los calores veraniegos para la carrera.


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