domingo, 17 de julio de 2011

Crónica de un absceso perianal

Comienzo este relato el 17 de julio de 2.011 a las 20.11. Intentaré hacer una recopilación de todo lo que me ha ido ocurriendo en la aventura esta del absceso perianal, cómo se dio el pre operatorio, la operación y el post operatorio y cómo me siento una vez que me han dado el alta.

Sábado 2 de julio.
Un sábado más que aprovechamos para ir a la piscina. Cervecitas, bocatas, algún chapuzón... Pero no me sentía yo muy católico en el agua. Tenía sensación de que estaba muy fría, aunque el resto de acompañantes decía que no era para tanto.


Domingo 3 de julio.
Cuerpo raro. A pesar de todo hago un día normal, incluído el vermú. Por la noche no ceno ya que no tengo cuerpo para ello.


Lunes 4 y martes 5 de julio.
Hago vida normal: llevo al chaval a sus actividades, voy al trabajo, vuelvo. Pero según va cayendo la tarde ambos días me voy encontrando peor. Esos dos días no ceno. La fiebre por la noche es de 38-39º. Empiezo a notar dolores por la zona perianal que me impiden sentarme de determinadas formas.

Miércoles 6 de julio.
Primera visita al médico. Me manda análisis por si hay alguna infección. No se meciona el absceso. Los dolores van a más. Sigue la fiebre.

Jueves 7 de julio.
Me hacen los análisis de sangre y orina.

Viernes 8 de julio.
Los dolores en la zona afectada van a más. Vuelvo al médico a ver si me da algo para calmar el dolor. Me vuelve a examinar, no me ve nada y me manda a urgencias con instrucciones concretas para que me miren. Intuye que puede ser un absceso.

Voy a urgencias. Me hacen una radiografía de la zona del colon. Me diagnostican un extreñimiento agudo. Me dan un enema, puedo soltar el atasco y el alivio es grande. Me vuelven a hacer análisis de sangre. A casa.


Sábado 9 de julio.
Vuelvo a urgencias porque el dolor en la zona perianal es insoportable. Tras contarles otra vez toda la película me dicen que me vaya el lunes al médico de medicina general para que me examine. Me ponen un calmante intramuscular que me alivia bastante.
Todos estos días sigo con 38-39 de fiebre por la noche.

Lunes 11 de julio.
Mañana, visita al médico. Supone que es un absceso pero para descartar me manda al urólogo. Me hace un tacto rectal que no sugiere nada relacionado con la próstata.
Tarde,  visita al cirujano quien debería diagnosticarme claramente si hay absceso y cómo hay que proceder. Me manda a urgencias de una clínica donde haya operatorio.
En urgencias tengo la suerte de que está por allí el cirujano jefe. Nada más verme diagnostica el absceso y me deja ingresado.


Martes 12 de julio.
Me operan a las 21 h. Comentar el fuerte olor a pus cuando me limpiaban la herida. La intervención apenas dura 15 ó 20'.

Miércoles 13 de julio.
En el hospital. Ya ha desaparecido la fiebre. Ahora el problema viene con las curas, ya que han dejado la herida abierta para que vaya cicatrizando sola, es decir no han cosido, y hay que hacer 3 curas diarias. No llegan a ser dolorosas, pero sí molestas.

Jueves 14 de julio.
A casita. Comentar que en el informe de alta se puede leer en Diagnóstico principal: Celulitis y absceso perianal. Y es curioso porque antes de que me operaran si me miraba el culete efectivamente parecía que tuviera celulitis. El absceso afectaba a 230º.


Viernes 15 y sábado 16.
En casita sin más novedad que el engorro de las curas, algo que se va a prolongar 3 ó 4 semanas.


Domingo 17.
Estoy duchándome. En concreto estoy echándome agua sobre la herida, algo que hacía siguiendo las indicaciones del cirujano. Pierdo el conocimiento y me caigo. Me golpeo en la barbilla y me rompo dos dientes.

Mi mujer llama al Samur, me miran y me piden una ambulancia para ir al hospital por si ha habido alguna lesión al golpearme en la cabeza. En el hospital, análisis de sangre (sin novedad) escáner cerebral (sin novedad), electro y en 3 horitas a casa.



Después del electrocardiograma
Todo se ha quedado en un susto y me comentan que por la zona donde está la herida hay no se qué terminaciones que si se estimulan pueden probocar bajadas de tensión, como ha sido el caso.

Mi nueva sonrisa

Lunes 18 de julio.
Sin más novedad que el que voy al centro de salud a renovar la baja, pero llego fuera de control y me remiten para el día siguiente. Siguen las curas en casa.

Martes 19 de julio.
Renovada la baja y recogidas algunas recetas para los antibióticos. A partir de hoy iré todas las mañanas al centro de salud a que me hagan una de las curas. Otra de ellas me la hará a domicilio el seguro.
El trayecto hasta el centro de salud es kilómetro y medio ida y vuelta. Me vendrá bien ir acostumbrándome a este paseíto diario porque desde que me ingresaron apenas si he salido de casa. Además, como las curas son por la mañana y a esas horas el cuerpo está más descansado, no creo que haya muchos problemas.


20 a 22 de julio.
Sin más novedad que el paseo matinal hasta el centro de salud para que me hagan la cura. Voy encontrándome mejor.

23 a 25 de julio.
Sigo con las curas aunque durante este puente las he hecho en el ambulatorio de urgencias (250 ó 300 m. más allá). Estos días ya me he atrevido a dar un paseíto de 4 km. o a estar una tarde en el parque con el chaval.

26 de julio.
Primera visita al cirujano después de la operación. La cosa va fenomenal. De las tres curas diarias pasamos a hacer una. El resto, mucha agua y jabón, es decir, que la herida esté siempre limpia. Me dicen que ya puedo sentarme, aunque no 8 horas. Nada de pastillitas de ningún tipo.

27 de julio.
Aparte de la cura diaria, que hago en el centro de salud, hago vida más o menos normal. Hoy he estado sentado unas 3 horas a lo largo de todo el día en tramos de aprox. media hora. Todavía no puedo ponerme en ciertas posturas, como es la del esnuque después de comer. Pero al menos ya puedo sentarme sin que duela.

28 de julio.
Aparte de la cura, visita al médico para que me confirme la tercera baja y pedir cita para la 4ª. He hecho una visita a la oficina para entregar las bajas y contarle a los compis todo. El trayecto desde metro San Blas hasta metro Tetuan me ha cansado infinitamente más que cuando estoy bien.

29 de julio.
Hoy me han comentado que lo de los abscesos en la zona perianal es porque como descendemos del mono y ellos tenían rabo, a la raza humana le ha quedado un hueco ahí y por eso se dan. Esto se supone que se lo dijo un médico a una persona que tuvo uno.

30 y 31 de julio.
Durante el finde las curas han sido en urgencias. Aparte de que el domingo me tiré hora y media esperando, todo bien.

1 a 5 de agosto.
Ninguna novedad. Cura diaria. Progresa adecuadamente

6 de agosto.
Cura en urgencias con un nuevo enfermero quien me confirma que la herida va muy bien.

Semana del 8 de agosto.
Única novedad la visita al cirujano, quien todavía no me deja bañarme.

Semana del 15 de agosto.
Sin ninguna novedad. Progresa adecuadamente.

Semana del 22 de agosto.
Pasados los 15 días, otra vez visita al cirujano. Sigo sin poder bañarme. Me dice que puedo espaciar las curas, día sí, día no. Por lo demás, la herida sigue fenomenal, pero todavía no se va a cerrar. Me  reincorporo al trabajo después de 7 semanas de baja. El fin de semana empiezo a entrenar después de 8 semanas sin poder correr.

Semana del 29 de agosto y 5 de septiembre.
Comienzo con las curas día sí, día no. Entreno casi todos los días. Voy incrementando los kilómetros diariamente.

Semanas de 12 y 19 de septiembre.
Sólo dos curas semanales, el resto agua y jabón.

22 de septiembre.
Alta. Ya no hace falta que vaya a más curas. Lo que queda es epitelización.






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