viernes, 29 de agosto de 2008

La madrugada me mata

Si había por ahí uno que decía que la noche me confunde, a mi lo que me pasa es que la madrugada me mata. De por sí no soy buen madrugador (soy de los que piensa que levantarse antes de las 8 es madrugar) pero es que cuando me he levantado hoy estaban acabando de poner las calles, ya que estaba en pie antes de las 6 a.m. Tenía que llevar a mi madre a la estación de autobús y para las 6.30 estaba de vuelta en casa, así que me he calzado las zapas y a correr un poquito. Así dejo los deberes hechos.

Y digo que la madrugada me mata porque los aprox. 12 km. que me he hecho han sido un suplicio. Como ya comentaba hace algunas semanas, voy corriendo y no sé si estoy dormido o si estoy cansado (ayer entrené por la noche y en menos de 12 horas estaba otra vez dándole a la zapa). Pero al final los he hecho pero, como digo, no sin cierto sufrimiento.

Eso de correr de madrugada creo que no está hecho para mí. Quiero pensar que si tuviera que hacerlo me acabaría acostumbrando (al fin y al cabo el cuerpo al principio protesta, pero en cuanto se acostumbra, rinde como si lo hubiera hecho siempre). Pero para acostumbrarme tengo que luchar contra el madrugón, contra el empanamiento que tengo hasta pasadas 2 ó 3 horas desde que me levanto, a la visita al sr. Roca (mi hora all bram es pasadas 2 horas de levantarme...).

En fin, mucho que pelear, así que seguiré haciendo entrenamientos vespertinos, al menos la mayor parte de ellos.

No hay comentarios: