sábado, 19 de enero de 2008

Nadie como Sabina



Así estoy yo sin ti, Peor para el sol, La canción de las noches perdias (cantada por Pasión Vega), Pongamos que hablo de Madrid, Una de romanos... Son los primeros cinco títulos que suenan en mi reproductor de Windows media. Vamos que estoy escuchando unos emepetreses de Sabina.

Yo siempre he dicho que para mi la música son estados de ánimo. Y hay veces que te apetece chunda chunda y otra en las que estás melancólico. Y para estas últimas ocasiones 'nadie como Sabina'. Y llegados a este punto pensaréis: ¿por qué está el Vicen Melancólico?

Bueno, ayer fue mi último día en Ya.com. Ayer puse fin a casi 8 años de andadura profesional y a partir del lunes empiezo una nueva aventura en RedKaraoke. Si, he cambiado de trabajo. Y de eso voy a hablar (escribir) hoy.



Dejar atrás 8 años de tu vida no es algo fácil. Ayer me fui del trabajo como si fuera un día más. En realidad tenía sensaciones raras pero no tenía la impresión de que no iba a volver a Ya.com. Imagino que me sentía como los novios el día de su boda, que siempre comentan que no se han enterado de nada.

El caso es eso, que me fui como si nada. Quedé con la gente para tomar unos copazos de despedida por la noche, me despedí de aquellos que me diijeron que no se iban a poder pasar, incluído alguno que me dijo: 'como en las pelis de policías' cuando saía con la caja con mis cosas; cogí el coche y me fui, como digo, como si fuera un día más.

Pero hoy el alma me ha dicho que hay algo por ahí. He estado comiendo con mi familia (madre, hermana, cuñado, sobrino y, claro, señora e hijo), he dejado a Miguel en el Chiquisavio y me he venido a casa. Y no voy a deciros que me haya derrumbado pero creo que alguna lágrima sí que habría soltado si hubiera estado con alguien. Y ahora que escribo esto recuerdo una conversación reciente un día a la hora de comer con los compañeros de trabajo.

Aquel día estaba con Rafa, Arantxa, Carlos y Codés y comentaba que había pasado momentos muy malos en lo personal. Esto fue entre septiembre y octubre del curso pasado, cuando Miguel llegó al Santo Domingo el Savio. El cambio de cole le costó. Yo le veía ir al cole sin alegría. Sabía que tenía que hacerlo pero no iba con esa chispa, esa alegría, ese... Fueron 7 u 8 semanas muy duras. Recuerdo que cuando el niño me vino un día y me dijo algo así como: 'sabes lo que me ha dicho mi amigo...' Ese día se me abrió el corazón y dejé de sufrir un poco menos por él.

El caso es que nadie en Ya.com intuyó nada. Debe ser que yo soy bastante hermético y no dejo salir mis emociones, ni buenas ni malas. Pero esta tarde cuando estaba solo en casa el alma me pedía las canciones de Sabina que os he comentado. Y mientras las escuchaba me venían un montón de recuerdos de estos casi 8 años. No sé si se ha caído alguna lágrima pero he empezado a ser consciente de lo que acabo de dejar.

Ayer cuando me reunieron todos en el vending para darme el regalito de despedida (gracias chicos) les dije cuando me pidieron que hablara: 'las empresas pasan, las personas no'. Y eso es lo que me apena, el dejar de ver, de compartir el día a día, de discutir, de reirme, de escuchar, de ser escuchado. 8 años son mucho tiempo y en Ya.com dejo amigos, buena gente y muchas experiencias.

El próximo post ya hablaré de cosas del correl

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