Hoy no me he quedado con el buen sabor de boca con que me quedé el miércoles después de los 800. Comentar que hoy he corrido el Canguro y allí he estado, fiel a la cita anual con esta carrera que se celebra en el bosque de la casa de Campo. Claro, que el día previo que me marqué ayer no es el mejor ejemplo de qué se debe hacer el día antes de una competición.
Ayer dejé a Miguel (mi hijo) en el chiquisavio. Tenían una excursión e iban a dormir fuera con lo que los papis nos montamos una pequeña juerguecita en una casa y en la otra. Primero café en la mía, luego fui a casa de los padres de Nacho (el amigo de mi hijo) donde cayó otro café con un whiskito. Más tarde fui con el padre de Nacho a comprar la cena y nos fuimos cada uno a nuestra casa a hacer tiempo.
Para cenar nos apretamos un chuletón con su buena botellita de vino. Las cervezas previas tampoco faltaron. Y al final, claro está, cayó otro cubatilla. Total, que si hay algo que no se debe hacer el día antes de una competición yo lo hice y varias veces.
Teniendo en cuenta todo esto no es de extrañar que hoy haya salido la carrera que ha salido. Con comentar que he hecho minuto y medio más que el año pasado creo que se dice todo. Los tiempos que me he tomado han sido estos: 3.39, 3.38, 3.46, 3.41, 3.48, 3.51, 3.50, 3.34. La segunda vuelta se me ha hecho larga y me la he tomado con mucha tranquilidad.
Así que nada, para la próxima tendré en cuenta que si quiero rendir bien en una competición tendré que hacer bien los deberes el día antes.
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