miércoles, 17 de octubre de 2007

Se acabó el verano



Bueno, pensará alguno, el verano se acabó el veintialgo de septiembre, ¿no? Pues no le falta razón, diría yo. En realidad lo que quiero decir con este título es que poco a poco los días se van haciendo más cortos, va llegando el frío y, sobre todo, se acabaron las actividades sociales varipintas. Sin ir más lejos este último puente del Pilar he tenido cervecitas el jueves, teatro y copitas el viernes, cumple del chaval y cena (en casa, pero cena) el sábado y bautizo de mi sobrino y su correspondiente comida el domingo.

Con tanto sarao se hace difícil encontrar hueco para entrenar y ganas y/o motivación. Por eso cuando digo que se acabó el verano quiero decir que se vuelve a la normalidad, no hay que hacer más que el día a día, hay más tranquilidad y, por tanto, habrá más tiempo y más ganas de hacer esto del correl.

Así el lunes tuve que hacer un gran esfuerzo para entrenar. Es verdad que teníamos la junta extraordinaria en la que se nos explicaba qué pasaría con nosotros al cambiarnos al nuevo club. Resulta que Carlos, el alma mater del Páris, se ha cansado de tirar del carro y nos ha sugerido que nos unamos al MG Madrid Mapoma... Y así lo hemos hecho la mayoría. Vamos, mismo perro pero con distinto collar.

El martes, ayer, me marqué 15 kilometritos por el parque. Tres vueltas las hice acompañado de Jesús y el resto con unos o con otros. Entre pitos y flautas llegué a casa más allá de las 9. Las tres vueltas que hice con Jesús fueron a buen ritmo y quizás eso haya influído en que esta noche haya dormido mal.

Hoy iré a por los 200, esta vez en pista de 400 m. y acompañado. A ver cómo se dan.

No hay comentarios: