Pues si, señores. Ayer volví de mis vacaciones en el Rincón de la Victoria. Esto supone el fin de mis vacaciones atléticas (las laborales me duran todavía hasta el lunes de la semana que viene) y, por tanto, empiezo una temporada más.
Estas vacaciones atléticas han sido un tanto diferentes. Las otras han sido el mismo perro pero con distinto collar, es decir, levantarse tarde, echarse siesta, cosa que este año ha sido más fácil con la ayuda de la retransmisión de la vuelta, y acostarse tarde. Bañito por la mañana en la playa, por la tarde en la pisci, cervecitas a la hora del vermú, en la comida y por la tarde y de comer lo que el cuerpo pedía y como estaba en Andalucía pues lo que pedía era bastante pescaíto frito.
Como digo las vacaciones han sido diferentes... en lo atlético. Otros años solía cogerme la 2ª quincena de julio con lo que aprovechaba para hacer un parón de tres semanas, 21 días sin dar un palo al agua. Este año paré del todo la última semana de julio. Durante todo el mes de agosto estuve yendo al gimnasio. Estuve 21 días sin correr nada, cosa que agradecieron enormemente mis pies e imagino que también mis articulaciones.
Pasados esos 21 días fui a correr cuando cuadraba bien y, como suele pasar durante el mes de agosto casi nunca cuadraba bien: que si fin de semana en el pueblo, que si cena, que si cervezas... Y como la mejor hora que me permite la conciliación es el mediodía y en agosto ya se sabe como pega pues muchos días me he quedado sin hacer nada. Total que algún kilómetro, pocos, y muchos kilos en el gym.
Durante los días que he estado en el Rincón de la Victoria he salido a trotar cuando la cosa se daba bien. También he procurado nadar todos los días, unos en la piscina, otros en la playa y algún día hasta he doblado: playa por la mañana, carrera por la tarde. Todo esto sin un plan de entrenamiento prefijado, sólo por hacer algo que me pedía el cuerpo.
Y hoy, ya en Madrid, aclimatándome al ritmo de la ciudad he salido, of course a la hora del mediodía. He he hecho 12 kilometritos por el parque de Arcentales y unas cuestas. Con esto doy por iniciada la temporada, que no empezará con plan de entrenamiento hasta el lunes de la semana que viene pero hasta entonces iré haciendo algo.
Una novedad con respecto a los dos últimos años es que voy a hacer menos gimnasio. Mi idea era ir al gym en la sala de musculación que se supone que han abierto en el polideportivo de San Blas pero, como digo, se supone porque no la han abierto, así que haré la gimnasia que prescribiré en los planes de entrenamiento que me voy a poner a revisar en un momento.
Esta gimnasia serán dos días por semana y uno de cuestas durante las próximas seis semanas. Luego cuatro semanas más de un día de gimnasia y otro de cuestas. Con esto habremos llegado casi a Diciembre. A partir de entonces a pensar en la navidad, en la San Silvestre y otros clásicos de la temporada.
Como digo se acabaron las vacaciones.
Estas vacaciones atléticas han sido un tanto diferentes. Las otras han sido el mismo perro pero con distinto collar, es decir, levantarse tarde, echarse siesta, cosa que este año ha sido más fácil con la ayuda de la retransmisión de la vuelta, y acostarse tarde. Bañito por la mañana en la playa, por la tarde en la pisci, cervecitas a la hora del vermú, en la comida y por la tarde y de comer lo que el cuerpo pedía y como estaba en Andalucía pues lo que pedía era bastante pescaíto frito.
Como digo las vacaciones han sido diferentes... en lo atlético. Otros años solía cogerme la 2ª quincena de julio con lo que aprovechaba para hacer un parón de tres semanas, 21 días sin dar un palo al agua. Este año paré del todo la última semana de julio. Durante todo el mes de agosto estuve yendo al gimnasio. Estuve 21 días sin correr nada, cosa que agradecieron enormemente mis pies e imagino que también mis articulaciones.
Pasados esos 21 días fui a correr cuando cuadraba bien y, como suele pasar durante el mes de agosto casi nunca cuadraba bien: que si fin de semana en el pueblo, que si cena, que si cervezas... Y como la mejor hora que me permite la conciliación es el mediodía y en agosto ya se sabe como pega pues muchos días me he quedado sin hacer nada. Total que algún kilómetro, pocos, y muchos kilos en el gym.
Durante los días que he estado en el Rincón de la Victoria he salido a trotar cuando la cosa se daba bien. También he procurado nadar todos los días, unos en la piscina, otros en la playa y algún día hasta he doblado: playa por la mañana, carrera por la tarde. Todo esto sin un plan de entrenamiento prefijado, sólo por hacer algo que me pedía el cuerpo.
Y hoy, ya en Madrid, aclimatándome al ritmo de la ciudad he salido, of course a la hora del mediodía. He he hecho 12 kilometritos por el parque de Arcentales y unas cuestas. Con esto doy por iniciada la temporada, que no empezará con plan de entrenamiento hasta el lunes de la semana que viene pero hasta entonces iré haciendo algo.
Una novedad con respecto a los dos últimos años es que voy a hacer menos gimnasio. Mi idea era ir al gym en la sala de musculación que se supone que han abierto en el polideportivo de San Blas pero, como digo, se supone porque no la han abierto, así que haré la gimnasia que prescribiré en los planes de entrenamiento que me voy a poner a revisar en un momento.
Esta gimnasia serán dos días por semana y uno de cuestas durante las próximas seis semanas. Luego cuatro semanas más de un día de gimnasia y otro de cuestas. Con esto habremos llegado casi a Diciembre. A partir de entonces a pensar en la navidad, en la San Silvestre y otros clásicos de la temporada.
Como digo se acabaron las vacaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario