Ayer fue otro día de estos tontos que nos ha regalado el mes de mayo. ¿Qué es eso de un día tonto? Pues que ni llueve ni deja de llover, ni sale el sol ni deja de salir, ni calienta ni hace frío (fricalor que decía Manolo).
En fin, que después de un día de trabajo tocaba salir a hacerse unos kilómetros y con la que me cayó cuando volvía mucho me temía que me iba a poner a caldo, pero según me iba acercando al barrio las nubes dieron paso al sol y pude salir sin mojarme. Eso sí, humedad había una poca, con lo que sudé lo que no estaba escrito.
Me marqué cuatro vueltecitas al parque, 2 de ellas a lo que llamamos r2 y la última ya me controlé pensando en el Ekiden del sábado. A ver qué tal se nos da el maratón por relevos. Correr no correremos mucho pero pasárnoslo bien seguro que nos lo pasamos.
¡Os mantendré informados!
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