lunes, 19 de marzo de 2007

Veni, vide ma no vincimo

Que me corrija Mora que sabe un italiano más académico que el mio. Mi italiano se basa en las pocas veces que he ido p'allá a ver a la familia de mi mujer. La mejor manera de explicar cuánto italiano sé es decir que lo entiendo (y esto no es ninguna tontería ya que el italiano lo entendemos todos hasta que empiezan a hablar en italiano...) pero apenas lo hablo, y lo poco que hablo debe ser como el italiano que hablaría toro sentado...

En cualquier caso creo que el título expresa bien claro que la carrera no nos fue tan bien como pensábamos. Mi papel era de hacer de liebre a Mario en la 2ª mitad. Era una tarea para la que supuestamente estaba más que capacitado (me había hecho los milquis a un ritmito majo de en torno a 3.30 y hacía un par de semanas había hecho 12 kilómetros de la media de la Latina a 3.35) pero ayer sólo aguanté 11 kilómetros y a un ritmo claramente más lento: ¡a 3.50! Imagino que la humedad, el calor y el turisteo del día anterior se hicieron notar.

El caso es que cogí a Mario en la media. Éste pasó sobre la 1.21.30. Quizás corrió demasiado en el primer 10.000 y ahí pudo estar la clave de su hundimiento final. El caso es que desde que le cojí fuimos marcando los kilómetros más o menos en tiempos, sobre 3.50. Le dejé en el 33 con todo controlado. Este trayecto era feo, sin animación, por fuera de la ciudad y al contrario que en París íbamos más solos que la una. Yo en mi papel, cogiendo los avituallamientos, avituallamientos que eran con vaso lo que hace que no se beba lo que se debe. Quizás ahí estuvo parte de la explicación del porqué del pete.

Bueno, pues hasta donde aguanté y luego siguio Mario a lo suyo. Pero desde ese momento empezaron a caerle los segundos: 5, 7, 10... a posteriori se puede ver claramente que no es buena señal. Pero la hecatombe le llegó en los últimos 4 kilómetros en los que perdió hasta 5 minutos. A pesar de todo se marcó un 2.49 que no le dejó nada satisfecho y si bastante decepcionado.

Lo mejor del maratón está en este tramo final. A partir de ese km. 34 ó 35 se pasa por todo el casco antiguo: Piazza Nabona, Piazza di Spagna, Fontana di Trevi, Piazza del Popolo, Piazza de Venecia, Coliseo, Circo Máximo. Es una verdadera ruta turística. El problema en esta zona es el adoquín: prácticamente todo este trayecto es empedrado y eso machaca de verdad. Aquí por lo menos la gente animaba.

Y así nos ha ido en Roma. Ahora a centrarse en lo que me espera esta semana. De hecho el sábado tengo un 10.000 en pista (la idea es salir a 3.35 el kilómetro aunque no sé si será demasiado temerario si no he sido capaz de aguantar 11 a 3.50) y el domingo me han apuntado a la media de Coslada, Campeonato de Madrid de media maratón por equipos.

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