miércoles, 14 de febrero de 2007

Visita a los compis

El lunes volví a Vicalvarock con la intención de rodar una horita a ver cómo se portaban mis dolencias y la verdad es que salí más que contento. Fuiz capaz de dar no sé cuántas vueltas a la pista, una vez con unos una vez con otros, de charleta y en ocasiones algo más rápido que los días anteriors.

Como digo salí más que contento. Es verdad que la cadera se hace notar, pero nada más, no molesta y sólo de vez en cuando se manifiesta. Esto no me obliga a cambiar el paso ni hacer cosas extrañas con lo que me evito sobrecargar la otra pierna y el ya no contracturado gemelo.

Y entre col y col, lechuga dicen, ¿no? Pues entre unas y otras cosas me dediqué a relacionarme con los pupilos, entre ellos Mario, para ajustarle un poco los ritmos de las series. A ver si el miércoles puedo acompañarle en uno de sus tresmiles.

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