domingo, 31 de diciembre de 2006

Y llegó la San Silvestre



La San Silvestre es una carrera que a priori tiene una cosa buena y una mala. La buena es que se celebra a unas horas (6 de la tarde la popular y 8 la internacional) en que estamos muy acostumbrados a entrenar. De hecho la mayoría de nosotros entrena a diario a esas horas. Eso hace que los biorritmos no sufran ningún trastorno ya que estamos más que acostumbrados a todo tipo de esfuerzos a esas horas.

Pero la mala tiene que ver, precisamente, con esa hora, y es que te hace estar todo el día tenso. Lo normal es que las carreras sean de mañana: te levantes, vas, corres, más menos que más, acabas y a otra cosa, mariposa. Pero el 31 de diciembre estás todo el día en tensión. Juan (nobel) comentaba no recuerdo si cuando íbamos en metro a la carrera o cuando estábamos ya calentando, que tenía un no sé qué en el estómago...

Bueno, el caso es que ya puestos en línea de meta, las alocuciones de Alix mientras entrevistaba a Motran con AC/DC de fondo (australianos todos), que si lo sexy que estaba Chema con esos manguitos y no sé que más, este año bien situados sonó el cañonazo de salida (que no disparo) y a correr.


La San Silvestre es una carrera que a priori tiene una cosa buena y una mala. La buena es que se celebra a unas horas (6 de la tarde la popular y 8 la internacional) en que estamos muy acostumbrados a entrenar. De hecho la mayoría de nosotros entrena a diario a esas horas. Eso hace que los biorritmos no sufran ningún trastorno ya que estamos más que acostumbrados a todo tipo de esfuerzos a esas horas.

Pero la mala tiene que ver, precisamente, con esa hora, y es que te hace estar todo el día tenso. Lo normal es que las carreras sean de mañana: te levantes, vas, corres, más menos que más, acabas y a otra cosa, mariposa. Pero el 31 de diciembre estás todo el día en tensión. Juan (nobel) comentaba no recuerdo si cuando íbamos en metro a la carrera o cuando estábamos ya calentando, que tenía un no sé qué en el estómago...

Bueno, el caso es que ya puestos en línea de meta, las alocuciones de Alix mientras entrevistaba a Motran con AC/DC de fondo (australianos todos), que si lo sexy que estaba Chema con esos manguitos y no sé que más, este año bien situados sonó el cañonazo de salida (que no disparo) y a correr.

Nuevo recorrido: subiendo el tramo en cuesta de la avda. Concha Espina y después bajando serrano hasta empalmar con rpca. Argentina y de ahí el recorrido de siempre. Subida bien, sin que me molestara nadie ni, creo que molesté a nadie. De hecho esa fue una tónica en la carrera, casi desde el principio estuve en 'mi sitio'.

Bajada por Serrano, ya había gente, sobre todo a la altura del Corte Inglés; puerta de Álcala, punto caliente, bajada hasta Cibeles por C/ Alcalá y coger el Prado en dirección contraria hasta Atocha, otro de los puntos calientes. Hasta aquí bien (bueno después también), regulando pero a ritmo.

Una vez pasada Atocha empieza uno de los puntos álgidos de la carrera: la avda. Ciudad de Barcelona. Aquí ya la gente te deja poco más de dos metros. La bajada es espectacular, con los niños dándote la mano para que se la choques. Llegábamos a Vallecas ya en el km. 8. Iba bien, demasiado bien, pero regulando pensando en lo que me esperaba.

Entrada en Vallecas y empieza la carrera de verdad. Subida, subida tendida, más subida, giro a la izda. en el Brillante, más subida tendida, penúltima subida para enlazar con la C/ Payaso Fofó (el resto de las calles no me las sé y no me voy a poner a buscarlas). La animación en Vallecas cobra su máxima exspresión, si bien este año, por el cambio de recorrido, había menos gente que otros años.

En el tramo de subida me dediqué a contar a cuánta gente adelantaba y cuántos me adelantaban a mi. Iba con fuerza, siempre a por de delante. Adelanté como a 15 ó 16 si bien uno o dos me volvieron a adelantar ya dentro del estadio. Quizás iba con demasiada fuerza debido a haber regulado en exceso. El caso es que me sirvió para disfrutar de este tramo de carrera.

Una vez en Payaso Fofó se bajaban unos 500 m. para afrontar el último tramo en subida antes del estadio. Todavía con fuerza adelanté a alguno más en esta última subida. Y ya dentro del estadio último esfuerzo, ancho del campo, giro de 90º, medio largo y la meta. El crono marcaba 34.4x. Mucho se me hacía y no voy a ocultar que me produjo cierta desilusión ya que esperaba hacer menos. En cualquier caso mi tercer sub 35: 34.53 por el crono oficial; 50 por el mío y sólo uno de los tres objetivos cumplidos. El año que viene más.

En cuanto a lo festivo decir que corrí con una peluca multicolor (en cuanto me pasen las fotos la pondré para ilustrar este post) y con la camiseta de 'Soy globero y no desespero'. En este sentido destacar que 'el de la peluca' fue uno de los que más ánimos recibieron. El año pasado puse que quizás llegaba el momento de correr con aires un poco festivos. Y pude comprobar que ambas cosas son posibles al mismo tiempo.

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