Ayer me empecé a sentir maratoniano por primera vez en lo que va de temporada. ¿Por qué? Pues por lo que había que hacer, nada menos que cuatro dosmiles. En el ciclo anterior había hasta 7 miles pero como hablaba ayer con Mora el dosmil es quizás la serie más incómoda que hay. A todo esto hay que añadir el mal tiempo, en concreto el fuerte viento, que en la recta de meta pegaba bastante fuerte y en ocasiones bastante racheado.
Con estas premisas de afrontó el entrenamiento lo mejor que se pudo. Los dosmiles fueron cayendo uno detrás de otro, no sin cierto esfuerzo pero, para mi sorpresa, con bastante buen crono (más teniendo en cuenta el mencionado aire). Al final 7.07, 6.59, 7.07 y 7.05. Ya tengo una referencia para la semana que viene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario